NO DESPERDICIEMOS LA OPORTUNIDAD
El poder de la pelota
La pelota no se mancha decía el Diego. Terminó Qatar 2022 y el país explotó. Una inmensa y sana alegría cambió el humor, reanimó la confianza. Se avivaron conceptos apagados de humildad, reconocimientos y agradecimientos por doquier.
*Por Luis Alberto Dalcol
Técnicos y jugadores a través de la pelota fueron los pacientes responsables de provocar esta algarabía increíble. Todos unidos y sin distinciones salimos a la calle a festejar el sueño cimentado en la simpleza y la sencillez del sentido común; del esfuerzo, respeto, orden, mérito.
El mayor exabrupto fue el “bobo”, por el que se pidió disculpas.
No hubo enredos con la política y percibimos un mensaje subyacente de procurar trasladar las formas de la proeza a nuestra vida social y política. Un recado directo para los que gobiernan o aspiran a gobernar.
En principio parecía que el “bobo” de Lionel estaba encaminado a todos nosotros - dirigidos y dirigentes - a sus compatriotas; que seguimos con egos y descréditos. Después se advirtió que no fue así. Aunque aún muchos sigamos en duda.
¿Tendrá la pelota el poder de re instaurar la esperanza?. ¿De hacer lo normal, con un plan que desmalece los meandros y los recovecos interesados?. ¿Con sacrificios distribuidos con equidad, abonados en diálogos honestos, sinceros que busquen consensos y eviten confrontaciones enfiladas a negociados y dádivas que otorga el poder y se enderece y se aclare el destino?.
No lo sabemos, más la sociedad percibió el mensaje. No dejemos que el fuego se apague; porque no olvidemos que los principales responsables de nuestros problemas somos todos nosotros.
Aprovechemos la pelota, que resulta un buen vehículo. No desperdiciemos la oportunidad y el pase que nos ha dado el deporte para que hagamos el mejor gol con la pelota en la red; el gol de la educación y del progreso para vivir en un país predecible que aminore la pobreza y que no expulse a coterráneos.
*Luis Alberto Dalcol es Contador Público Nacional.