UNA REALIDAD QUE SUPERA TODO
Al estofado no le falta nada: Milei, Volnovich, Ginés…y la inflación
Entre el sorteo de Milei y las vacaciones de Volnovich estamos hechos. Igual no sirvió para disimular el índice que clavó el INDEC del 3,8% de inflación de diciembre que dejó al 2021 en el 50%, cifra que no se alcanzaba desde el ocaso de la gestión de Macri. En el mar de cosas raras, para evitar más cortes de luz, el estado nacional dio asueto. Y el Presidente dijo que la inflación está bajando…
Por Jorge Barroetaveña
Es probable que los 40° nos estén afectando. Sin dudas. A más de uno, me incluyo, nos han dejado neuronas al borde de la extinción. Y a juzgar por algunas cosas que se dicen, los perjudicados parecen ser muchos. El Presidente está excluido porque debe tener los famosos anteojos ‘Transnudens’, de los que presumía el señor De la Nata. En aquel recordado programa de Canal 7, en el que Juan Carlos Mesa encabezaba una redacción, y De la Nata era su fiel colaborador. Encarnado por el magnífico Gianni Lunadei, el personaje hacía gala de una maldad particular. El ‘le pertenezco’ que le decía en tren chupamedista, a su jefe, aún perdura como frase popular. Tanto como el recuerdo de sus anteojos que le permitían ver a la gente desnuda. Una versión actualizada debe tener el Presidente ahora para sostener que la inflación está bajando, como aseveró hace pocas horas.
Claro que mucha gente alrededor del Presidente no quedó por que varios se han ido de vacaciones. Está bien después de un 2021 intenso, marcado por las consecuencias de la pandemia, económicas y sociales y la abultada derrota electoral. Casi que sería mejor que todos se hubieran tomado ‘el buque’ pero no. Faltaba que reapareciera Ginés González García que habló y reflotó el vacunatorio VIP. El inefable ex ministro, no sólo dijo que cometió, a lo sumo, ‘una estupidez’, sino que deslizó que le hicieron una ‘cama’. Si no fue Macri o algunos de los cazabobos que dejó en el estado, tiene que haber sido gente de su propio gobierno no? O los servicios de inteligencia. O el periodismo porque el que lo mandó al frente fue Horacio Verbitzky. Nada hay tan valioso como el silencio cuando lo que hay para decir no es importante no?
Pero al estofado del verano, ideal para estas temperaturas le faltaban dos ingredientes más. Desde Hol-box, una isla en Cancún, la jefa del PAMI y su pareja, el segundo del organismo, mandaron saludos. Especialmente a los que pudieron ir a las termas con el Pre-Viaje, el exitoso programa turístico que impulsó el gobierno. Volnovich, mujer poderosa de La Cámpora, desoyó el pedido presidencial de vacacionar ‘cerca’, en la medida de lo posible dentro del país. Aunque eso sería lo de menos. Como irse de vacaciones, algo a lo que todo el mundo tiene derecho, tanto como elegir el lugar que más le guste. Siempre y cuando tengas tiempo y dólares, en este caso. El pecado original es estigmatizar a los que se van, adónde sea, algo de lo que el kirchnerismo ha hecho un culto, echándole fuego al incendio de la grieta. Más allá de Cristina, que siempre contó que a Néstor le encantaba ir a Disney, el altar del capitalismo consumista, y dominador cultural.
Y para darle el toque al estofado llegó Javier Milei y su sorteo bizarro del sueldo de legislador nacional. Del millón de inscriptos, el que lo ganó es un muchacho que se declaró ‘admirador’ de Cristina y avisó que la plata la destinará para pagar deudas. A lo mejor contribuir para el acuerdo esquivo con el Fondo Monetario. Lo que hace Milei desnuda la orfandad de buena parte de la dirigencia y su crisis de credibilidad. Sólo el cordobés Juez se animó a criticarlo pero el resto se calló la boca. O están todos de vacaciones o les da un poquito de vergüenza hablar del tema.
Lo cierto es que al fuego lento del verano se cocinan todas nuestras contradicciones. El gobierno disimulando lo que mejor puede sus propias diferencias. Y la oposición buscando algo de aire entre los egos de sus dirigentes.
La foto postal de Rodriguez Larreta con Morales es un buen resumen. Los dos saben que más tarde que temprano deberán confrontar sus ambiciones, pero son concientes que solos no podrán. Eligieron caminos distintos. Los dos gobiernan, pero sus necesidades no son las mismas. El rival también cuenta, a la hora de elegir.
En las últimas horas, por poco, la inflación le ganó a la temperatura y se clavó en el 50 anual. Convengamos, más allá de cuestiones ideológicas, que no hay país que pueda prosperar con semejantes números. La inflación no es un problema de izquierda o derecha, es un problema que todos los meses le va agujereando el bolsillo a la gente. Que no tiene cómo defenderse. Y Alberto, tentado por los aplaudidores de turno, lanzó que estamos por el buen camino. A pocos metros, varios empresarios asentían con la cabeza. Son los que firmaron los Precios Cuidados. El Presidente debe saber que son más o menos los mismos que estuvieron con los otros presidentes. Y a todos les escucharon la misma promesa: le vamos a ganar a la inflación. Los Presidentes pasa, los empresarios quedan y la inflación, se mata de risa.