UN PRESENTE ADVERSO PARA LOS TRABAJADORES
Tras un año crítico para la economía, el mercado laboral a nivel local sufre las secuelas de la recesión
Gualeguaychú no escapa a la coyuntura del desempleo y los magros salarios que se vive en el resto del país, pero presenta sus propias particularidades. Los desafíos que enfrentan los que recién se insertan en el mercado laboral y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores son factores a los cuales tener en cuenta para explicar este presente.
Hacia julio de este año, las encuestas de las principales consultoras arrojaron un dato llamativo: la principal preocupación de muchos argentinos había dejado de ser la inflación para convertirse en la desocupación. Y es que tanto el sector público y como el privado sufrió los embates de un fuerte ajuste en las más diversas áreas de la economía para subsanar el déficit fiscal, el objetivo declarado del gobierno de Javier Milei.
Pero además, al interior del sector público, el recorte de personal y presupuesto –o directamente, el cierre de dependencias– obedeció en muchos casos a visiones marcadas por lo ideológico. Es por eso que, según indicó el jefe de Gabinete Guillermo Francos en su último informe de gestión, en los primeros 10 meses de la administración libertaria más de 31 mil personas perdieron su puesto de trabajo en el Estado.
En el caso del sector privado, el drástico escenario inflacionario de los primeros meses de 2024 –con las pérdidas económicas e incertidumbres ocasionadas– seguido de un clima de recesión y caída histórica del consumo provocado por la pérdida del poder adquisitivo, llevó a que las grandes y pequeñas industrias, comercios y empresas de servicios redujeran su personal para paliar los costos de mantenerse a flote.
De acuerdo con el último informe del INDEC sobre el mercado de trabajo, durante el segundo trimestre de 2024 más de 1,1 millones de los 14,4 millones de personas que integran la Población Económicamente Activa (PEA) se encuentran desempleados. Se trata de “personas sin ocupación que buscan trabajo activamente y están disponibles para trabajar”, según detalla el documento.
De esta manera, la tasa de desocupación representó el 7,6% de la PEA. A esto se le suma una tasa de subocupación del 11,8% (ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas).
Si bien el gobierno nacional remarca que en los últimos meses se registraron indicios de mejora, lo cierto es que su alcance aún es limitado. Esta semana, el Ministerio de Capital Humano indicó en su sitio web oficial que “el empleo asalariado registrado en empresas privadas creció de manera sostenida durante los últimos dos meses”. “En septiembre de 2024, el aumento fue del 0,2% intermensual, acumulando un crecimiento del 0,3% en dos meses consecutivos, equivalente a la incorporación de 16.000 nuevos trabajadores en empresas privadas. Este comportamiento positivo continuó en octubre, con un aumento del 0,3%, la tasa más alta registrada en los últimos 21 meses. Los sectores de comercio, servicios empresariales y financieros, e industria lideraron esta expansión, explicando el 90% del crecimiento neto en septiembre. En octubre, el empleo industrial creció un 0,4%, siendo el incremento mensual más alto de los últimos 28 meses”, precisaron desde la cartera a cargo de Sandra Pettovello.
De todas formas, cabe señalar que la dramática caída de los salarios en términos reales no está contemplada en el dato duro del índice de empleo, por lo que este último no garantiza que las necesidades básicas de la población estén adecuadamente cubiertas. Mientras el Salario Mínimo, Vital y Móvil se mantiene en 271.571 pesos sin actualización desde octubre, la Canasta Básica Total (CBT), que además de alimentos incluye varios puntos del gasto de los hogares -como indumentaria, salud, transporte o educación- y determina la línea de pobreza, en noviembre de este año fue de 324.099 pesos para un solo adulto equivalente. Si se siguen los cálculos del INDEC, un hogar de tres miembros precisó $797.284 para no ser pobre y $349.686 para no ser indigente. Para una familia de cinco integrantes, en tanto, la canasta utilizada para medir la pobreza fue de 1.053.322 pesos y la que estima la indigencia de 461.983 pesos.
El escenario laboral en Gualeguaychú
La ciudad no está exenta de los datos que hacen a la situación en todo el país. Pero a falta de datos precisos con que describir el panorama laboral local y para indagar desde un abordaje cualitativo este tema, Ahora ElDía conversó con la técnica en Recursos Humanos Carolina Martínez.
En el transcurso de este año, ¿Cómo afectó la crisis y la recesión al empleo en la ciudad?
Desde mi perspectiva y experiencia con clientes, desde marzo a junio hubo poca demanda en solicitud de personal. Se buscaba la forma de cubrir todas las demandas con el personal existente y así generar el menor gasto posible, ya que los costos de contratación son elevados debido a la presión de las cargas sociales. Desde mitad de año en adelante, noté que la demanda incrementó y se han abierto nuevos puestos laborales. También lo atribuyo a que es la temporada fuerte de la ciudad. En cuanto a los salarios, al ser en la mayoría de los convenios muy bajos, las personas buscan generar ingresos de otra manera, muchas veces teniendo un emprendimiento extra o dobles empleos, para así poder cubrir todos los gastos.
¿Qué trabas o dificultades presenta el mercado laboral en Gualeguaychú?
Considero que si bien la ciudad está creciendo y vamos camino a un cambio, hay que continuar trabajando en potenciar a las pymes y empresas, ya que muchas de ellas no cuentan con departamentos divididos en sectores y áreas correspondientes, informando puestos y tareas, organigramas que ordenen a la organización y en las que cada colaborador sepa quién es quién y el rol que ocupa. Si una empresa no está bien organizada y no es clara en su comunicación, empieza a tener inconvenientes internos que luego si no se corrigen esto se ve reflejado en lo externo. Otra dificultad es que debería fomentarse más el trabajo part-time y los contratos por tiempos indeterminados, ya que hay muchos estudiantes que necesitan solventar sus gastos y existen pocas ofertas para ellos. Además, en estos casos, los trabajos eventuales muchas veces resultan poco atractivos para quienes buscan crecer laboralmente.
Por el contrario, ¿qué oportunidades presenta?
El mercado de la ciudad ofrece muchas oportunidades a nivel turístico, gastronómico, productivo, comercial y hotelero. Al ser una ciudad referente en el ámbito turístico, otorga vacantes temporales para todas las edades. Por otro lado, tener un parque industrial instalado hace tiempo y con grandes empresas hace que Gualeguaychú tenga la posibilidad de brindar oportunidades a las personas, ofreciendo desarrollo de carrera y crecimiento laboral.
¿Qué desafíos notás que tienen por delante los más jóvenes de la ciudad para conseguir trabajo?
Considero que los jóvenes se enfrentan a un mercado cada vez más competitivo. Un mercado que exige personas con educación básica finalizada, que posean cursos o capacitaciones, carreras terciarias y universitarias. Independientemente del rubro o área de interés de la persona, es importante estar preparado con mayores herramientas técnicas y habilidades para poder sobresalir y ser considerado a una vacante específica.
¿Qué inquietudes o necesidades percibís en ellos?
Generalizando sus inquietudes, podría decir que no saben dónde y cómo buscar trabajo, ni cómo hacer un currículum. Si son convocados a una entrevista laboral, les genera ansiedad el no saber qué responder ante ciertas preguntas del entrevistador. Otra cuestión a mencionar es que creen que al no tener experiencia laboral, las empresas no los consideran para cubrir una vacante y esto hace que se frustren o acepten trabajar en otras propuestas que quizás no les gusten tanto. También es una traba los horarios ofrecidos por las empresas; a los jóvenes que están estudiando se les hace difícil encontrar un trabajo part-time que se ajuste a sus horarios.