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Lo que tenés que saber antes del Desfile de Carrozas: horarios, entradas y protocolo en caso de lluvia
En este tramo final de preparación, no sólo los alumnos trabajan a destajo en los Galpones del Puerto, sino que cuentan con la colaboración de muchos padres, quienes los asesoran y ayudan. Una actividad donde grandes y chicos conviven de una manera diferente. El desfile tendrá lugar este sábado a la noche en el Corsódromo.
El sábado 14 de octubre se realizará la edición 2023 del Desfile de Carrozas Estudiantiles, que tendrá lugar en el circuito del corsódromo a partir de las 8 y media de la noche. Este año participarán 21 carrozas, de las cuales 15 pertenecen a la categoría libre y 6 a primaveral. Cuando se lanzó la convocatoria desde la comisión del evento se mostraron preocupados por la baja asistencia, sin embargo con el correr de las semanas la cifra fue aumentando.
Finalmente, a mediados de agosto se habilitaron las naves de los Galpones del Puerto para que los estudiantes pudieran comenzar con sus trabajos. Con dos meses de trabajo, los carroceros se encuentran avocados a los últimos detalles y dedicándole mucho tiempo para concluir a tiempo.
En tanto, las entradas pueden adquirirse de forma anticipada en las naves del puerto a $800 los adultos y a $400 los menores. De todas formas, el mismo día del evento se podrán comprar a un precio diferencial de $1200 en puerta para los mayores.
El pronóstico previsto para el sábado 14 es de 24º y estará parcialmente nublado. En caso de que se produzcan precipitaciones, el evento se suspenderá para el domingo 15 de octubre.
Por otra parte, la edición 2023 lleva el nombre de Marta Irazábal en honor a la Directora Departamental de Escuelas de la ciudad, y el slogan de este año será: “Es creatividad, unión y juventud; es nuestro Desfile de Carrozas Estudiantiles, identidad de Gualeguaychú”.
El rol de los padres en el desfile
El tramo final rumbo al gran día comienza a notarse fuertemente el rol de las madres y padres de los estudiantes que ayudan a los carroceros con los detalles finales. Esta posibilidad que distingue a las adolescencias de nuestra ciudad, permite afianzar los vínculos familiares.
Al respecto, madres de la escuela Villa Malvina expresaron: “Es una experiencia hermosa para acompañarlos y convivir un poco con ellos. Yo ya participe con mi hijo mayor, así que intento colaborar de la misma manera con mi hija. A mí, particularmente me encanta, me gusta estar con las mamás, compartir, tomarnos unos mates, ver a los chicos trabajar, haciendo cosas nuevas, que vivan esta experiencia porque la tienen que vivir y la verdad que es hermoso”.
También recuerdan cuando ellas debieron participar del desfile y lo distinto que era: “Nos quedábamos a dormir todas las noches, no teníamos horarios ni control. No nos portábamos mal, pero teníamos menos supervisión. Nos encanta que sea en los Galpones del Puerto porque comparten con otras escuelas y conviven”.
A diferencia de ediciones anteriores, cada vez es más difícil conseguir donaciones, en este sentido, las madres cuentas que “la gente capaz tampoco puede donar, hasta las bolsas de la panadería se reciclan que es lo que nosotros usamos como papel madera, entonces lo que es difícil, buscamos más entre los padres y los familiares, y tratamos de estar incentivarlos, han vendido rifas, pizza, pastas, hasta ahora la carroza la han hecho ellos, no hemos puesto un peso, se han vendido tortas, además tenían plata por el stand que ganaron el segundo premio”.
Finalmente, reflexionaron sobre la importancia de su rol en la educación y acompañamiento de los hijos: “Como padres tenemos que estar, es otra generación, tenes que estar muy atrás para incentivarlos, motivarlos, y entender que es otro momento, porque nosotros no teníamos las distracciones que tienen ellos. Esto es algo bueno para que salgan del celular porque aprender a usar nuevas máquinas, el engrudo que nunca hicieron, es todo nuevo y les encanta”.
“Acá lo que intentamos los padres es no meternos en cosas que pueden hacer ellos solitos como el engrudo, sino que hacemos lo de soldar que no se permitía al principio pero que ahora sí los están dejando. Y eso es lo más valioso que se lleva este curso que no tiene una educación técnica, que la mayoría agarra un taladro, una amoladora, hasta la soldadora, y eso para nosotros como padres que no hemos visto que los chicos lo hagan en nuestros hogares es de gran valor”.