“UN PANORAMA NUNCA VISTO”, DIJERON LOS AFECTADOS
La impresionante sequía causa estragos en toda la provincia y afecta las producciones

El territorio provincial presenta una situación de emergencia y desastre agropecuario, que aunque lleguen las lluvias, el daño ya está provocado y será muy complicado recuperar lo perdido.
Por Fabián Miró
AHORA ElDía dialogó con productores de distintos puntos de la provincia que desarrollan diferentes actividades como ganadería, carne y leche, agricultura, citricultura y otros. Se está registrando mortandad de ganado vacuno, pérdidas varias veces millonarias en maíz, las pasturas han desparecidos al igual que lagunas y arroyos. La citricultura, apicultura y otras economías regionales atraviesan por situaciones extremas.
Carlos Borré (75 años) tiene un campo a 40 kilómetros de la ciudad de Nogoyá, perdiendo en los últimos meses cerca de 20 vacunos por la sequía. El hombre, que lleva cinco décadas trabajando en el campo, consultado por AHORA ElDía, señaló que “en todos los años que llevo en el rubro jamás vi algo así, tan desesperante. No tener que darle de comer a los animales y que se mueran empantanados a la vera del arroyo en su desesperación por tomar agua en el San Cristóbal, un curso de agua que supo ser bastante caudaloso y que hoy en parte podemos pasarlo caminando cuando antes era imposible hacerlo”.
Borré dijo que “la situación es caótica para todos los que vivimos en la zona con la pérdida de muchos vacunos”. Detalló que en su caso “se murieron 17 vacas que perecieron en el arroyo, porque bajan al mismo en búsqueda de algún Sarandí o algún junco que les brindara sombra. Es así que se meten en los pantanos que va dejando el curso de agua y se hunden en un barro que es cómo una crema, una trampa mortal para las vacas, quedando a la vista el lomo de los vacunos, que meten el hocico en un charquito de agua o barro chirlo y en pocos minutos se asfixian y se mueren”. También dijo que además de las muertas en el arroyo, “desaparecieron tres vacas más y un toro que no logré encontrar”.
El productor señaló que las que más sufren son las vacas con cría, una de las categorías que más se ve afectada por esta situación. Contó que “buscando las vacas que desaparecieron vi a novillos de 400 kilos empantanados del otro lado del arroyo. A uno de ellos trataron de sacarlo a lazo con dos caballos, tarea que no se pudo realizar por lo que apelaron a un tractor y lo sacaron, para ya era tarde”. Dijo que los vecinos “por estos hechos decidieron colocar un alambrado eléctrico a ambos lados del arroyo, de varios metros para que las vacas no bajen al arroyo y pasen de un campo a otro generando serios inconvenientes”, añadiendo que “desde hace unos días los animales también mueren en el mismo campo en donde lo único que se aprecia es la polvareda que se levanta con los remolinos de viento. Es como estar en un desierto, generando esto una situación desesperante porque las pérdidas superan el 90% de lo que hacemos”.
Finalmente, Borré acotó que “en el establecimiento tenemos unos 12 terneros que estamos criando porque las madres los abandonaron en la búsqueda de alimentos. Se trata de terneros que encontramos solos en el medio del lote a primera hora de la mañana o media mañana, ahora si los hallamos en horas de la siesta es muy probable que estén agonizando o muertos por los calores extremos”.

Por su parte, Horacio Bauer, productor tambero orgánico de Urdinarrain, contó que “sembré 100 hectáreas de sorgo de las que solamente me quedaron 13, el resto se secó todo, mientras que en las pasturas donde teníamos alfalfas en tréboles no quedó nada. Los campos se han transformado en desiertos y nos vimos obligados, en la última semana, a encerrar el rodeo lechero. Tenemos silos en base a sorgo y algo de pasturas que pudimos hacer en diciembre. Reservas que nos permite seguir al menos por un mes. Rollos no pudimos hacer, solo rollos de cola de avena trillada que es lo que le estamos dando a las vacas secas, vaquillas preñadas con un poco de silo, mientras que a la vaca de tambo la estamos reforzando con alimento balanceado”.
El productor sostuvo que “tenemos que hacer durar el silo de sorgo y de pastura todo lo que se pueda. No logramos hacer silaje de avena porque la misma tenía 20 centímetros de alto, razón por la que se hizo rollos que ya se consumieron”.
En cuanto a los rindes de las vacas en ordeñe, Bauer dijo que “bajaron un 20%, siendo el estado corporal de las vacas, de 2,5 en una escala que va de 1 a 5. En este último mes perdimos medio punto”. Contó que la “pérdida de los verdeos de verano fueron totales a lo que debe sumarse un 90% del sorgo para silaje, quedando más que claro que para el invierno no nos queda nada. Solo aguardar que llueva y poder volver a sembrar un poco de sorgo, algo de avena para poder hacer silo en los meses de abril y mayo”.
El productor señaló que “los subproductos se están encareciendo debido a que la demanda es fuerte y firme porque el 90% de los tambos en la provincia tiene la hacienda encerrada al no quedar nada de pasto”, añadiendo que “hemos tenido problema de abortos en las vacas por el stress calórico en el orden del 15%”.
Martín Rigoni, presidente de la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario, señaló que “como todas las producciones, la sequía pegó muy fuerte en los últimos dos meses. El faltante de agua, algo que se viene dando desde que se inició este período Niña, repercute directamente en los rindes, especialmente en el tamaño de la fruta que en un buen porcentaje no llega con lo deseado para lo que es el mercado interno, y esa fruta termina siendo destinada a la industria. Muchos lotes terminaron por debajo de los rindes óptimos el año pasado y se espera lo mismo para este 2023 con el agravante de que son dos los años consecutivos que venimos sufriendo la sequía. Productores que no tuvieron una buena temporada el año pasado realizaron menos labores en lo que a poda, abono, fertilización disminuyó bastante, al igual que las aplicaciones preventivas”.
El productor citrícola acotó que “se presentan dificultades para llegar al tamaño deseado, especialmente en las variedades tempranas; mientras que las tardías llegan un poco mejor, aunque no a le normalmente se alcanza en la recolección”. Detalló que “en la zona a fines de marzo y principios de abril empieza la campaña que en esta temporada por lo ya enunciado arrancará seguramente un mes más tarde con todo lo que eso conlleva. Hay mucha gente desocupada debido a que fue muy corta la campaña”.
Por otro lado, dijo que “tenemos una disminución de fruta por el quemado de las mismas debido a las altas temperaturas, inclusive en quintas que cuentan con sistema de riego, en horas del mediodía o primeras de la tarde, uno pasa y es como si no hubiese recibido agua. La situación es desesperante y aguardamos por lluvias intensas”.
Asimismo, Juan Balbi, presidente de las Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos , señaló que “vivimos una situación muy preocupante, por no decir desesperante, con el tambo que tenemos en San Cristóbal II en el departamento Nogoyá. En la primavera, generalmente, con un excedente de pasto, es el momento del año en el que se confeccionan las reservas para transitar todo el otoño-invierno del año siguiente, pero con esta sequía que ya lleva tres años, venimos flojos de forraje y pastos desde hace un tiempo. En nuestro caso invirtiendo en rollos que hasta hace dos meses atrás se conseguían y que nos permitían seguir peleándola, pero el problema en los últimos 70 días se agudizó profundamente. La sequía ha llegado a un punto límite y en nuestra zona prácticamente no ha quedado nada en materia de pasturas; mientras que las aguadas naturales- arrojos, tajamares y lagunas- están secas, en tanto que muchos pozos también se han secado. Las pocas reservas que teníamos y aquellos que les quedaba del año pasado ya se han consumido”.

El cooperativista y productor resaltó que “no tenemos reservas y lo peor del caso es que en lo inmediato no vamos a tener”. Indicó que “en la zona tenemos muchos lotes con maíces que no sirven para grano y los productores con tal de no atenuar las pérdidas de lo que es semilla, fertilizantes y otros insumos los han dado a la venta a tamberos, ganaderos y encierres a corral. Se han comprado algunos lotes para picarlos y de esa manera darle algo a la hacienda. Las picadoras se cruzan en los caminos de un campo a otro”. Dijo que “gran parte se ha picado a un costo elevado, teniendo en cuenta de que se va a embolsar algo que no es de calidad, que tiene poco y nada de grano, lo que provoca que el costo de materia seca de ese insumo sea carísimo, pero es la única opción que tenemos”. Indicó que el productor “no sabe cómo va a seguir”, recordando que “en la zona de Nogoyá y Paraná Campaña, muchos tambos son llevados adelante por familias que se abocan a esa tarea, familias que están preocupadas porque los ingresos van a ser flacos. La única esperanza es de que lleguen lluvias que nos permitan sembrar a fines de febrero algún verdeo para el otoño-invierno, porque las reservas que no se hicieron en su momento se perdieron”.
Finalmente, Sebastián Klugg, director de la Juventud Agraria de FAA Entre Ríos, productor de la zona de Bóvril en el norte entrerriano, indicó que “la situación es similar al del resto de la provincia. Estamos muy complicados. La última lluvia significativa fue antes del 20 de diciembre, después unas garuas a principios de enero que no alcanzaron los 4 milímetros. No queda pasto en los montes, los mismos están pelados. Se aprecian los árboles y el suelo desnudo. Lo único que se ve son bostas de vaca y si se encuentra algo de pasto, el mismo está seco, no tiene nada de sustancia. Las aguadas naturales se secaron por completo y se están dando algunos problemas en los pozos debido a que las napas en las últimas tres semanas bajaron un metro y medio. Algunos productores hicieron rollos con algunas alfalfas que estaban con el último rebrote de diciembre, pero esto se terminó porque prácticamente se los sacaron de las manos por la necesidad de tener algo que darle de comer al rodeo; mientras que las pocas reservas de picado de maíz que se lograron hacer fueron de poca calidad ya que no granó el maíz”.
En materia de agricultura, dijo que “las sojas están muy complicadas, no crecen y se están empezando a secar las primeras hojas y hay ataques de arañuelas”.