La cantidad de donantes y extracciones de sangre disminuyeron durante el último año en la ciudad

Las transfusiones de sangre son una política sanitaria que depende sí o sí del aporte de la comunidad, ya que, sin donantes voluntarios, lógicamente no hay suministro para hacerlo. 

Ahora ElDía accedió a las estadísticas del Banco de Sangre del Hospital Centenario, que dan cuenta de una leve disminución de la cantidad de donantes voluntarios, aunque un incremento del número de las extracciones que se pudieron realizar.

En 2023, en total hubo 2.390 donantes, 718 de los cuales lo hacían por primera vez y 1.444 que ya habían donado anteriormente. De esa cantidad, sólo 231 son voluntarios que concurren espontáneamente (los que se apunta incrementar y los ideales para mantener nutrido siempre al Banco de Sangre), mientras que el resto lo hace ante la convocatoria por algún accidente de un familiar o conocido, son los llamados donantes de reposición. 

Vale aclarar que no a todos los donantes se les realizan extracciones, ya que algunos no cumplen con los requisitos para extraerse en ese momento. Lo valorable es que ese año unos 490 concurrieron con posterioridad y efectivizaron la extracción. En definitiva, se concretaron 1.903 extracciones.

Mientras que el año pasado, último registro existente teniendo en cuenta que se elabora una vez concluido el año, la cantidad de donantes bajó levemente: 2.140 (250 menos). De los mismos, 692 fueron primerizos y 1.243 los que ya habían donado alguna vez. En cuanto a los voluntarios, fueron 204 (27 menos) y el resto, de reposición.

En cuanto a los donantes que concurrieron con posterioridad y efectivizaron la extracción hubo 427 y la cantidad total de extracciones fue de 1.713.

El comportamiento que se observa en los donantes es que aún prevalece ampliamente quienes concurren a donar sangre para reponer cuando un familiar, amigo o conocido sufre un accidente, lo cual no deja ser una buena noticia la solidaridad ante un hecho negativo, pero lo que se pretende desde el Banco de Sangre y el ideal sería incrementar el número de aquellos que donan simplemente como un acto altruista y lo hacen al menos una vez al año.

Al respecto, Luis Castillo, encargado del Banco de Sangre del Hospital Centenario, manifestó: “Como primera medida, nosotros seguimos insistiendo en lograr el objetivo de máxima que es que el 100% de los donantes sean voluntarios y reiterativos; es decir, que no haga falta convocar a nadie, sino que espontáneamente se presenten, ofrezcan salvar vidas a través de la donación y que lo hagan en forma repetitiva. Es la forma más genuina de asegurar que siempre contemos con cantidades adecuadas de sangre. Está demostrado que las personas que son donantes de repetición tienen hábitos de vida mucho más saludables y, por lo tanto, las probabilidades de riesgo de transmisión de enfermedades (las que nosotros testeamos en cada una de las bolsas) son muy inferiores. Esto habla de la importancia de una donación voluntaria, altruista y repetitiva”. 

Acerca de la situación actual, planteó: “Lo que vemos que sucede en todo el mundo, excepto en dos o tres países donde es una verdadera política de Estado, es que el donante de reposición (aquel que va a donar, reponer una sangre que ya se utilizó) sabe que va a necesitar sangre entonces va a donar puntualmente por solicitud de alguien. Eso sucede con la mayoría, lamentablemente. Por eso son muy importante las campañas de colectas externas. Estuvo el servicio en el hospital San Isidro de Larroque hace muy pocos días, en una iglesia evangélica el mes pasado y ahora estamos programando para otra iglesia. Son acciones en las cuales el Banco sale hacia la comunidad, ahí se colectan, los que van a donar ahí son donantes voluntarios y la segunda parte se trata de generar que sea un acto de repetición y no un acto único”. 

Sobre la disminución que marca la estadística, Castillo marcó: “Si comparamos la cantidad de donantes que tuvimos entre 2023 y 2024, vemos que hubo una ligera reducción en el número. Ligera, sí, pero que no nos gusta. Quisiéramos tener cada vez más donantes y no menos. Y esto creo que tiene que ver también con el hecho de que hay una conducta social que por momentos pareciera alejarse un poco de la habitualidad y responde sólo en la contingencia. Sabemos que, si hay un paciente o un accidente determinado y se requiere de la solidaridad, la respuesta es inmediata. Pero es, insisto, en respuesta a una contingencia. El resto del tiempo, la comunidad suele olvidarse que el Banco de Sangre es un lugar que necesita reponer su recurso permanentemente porque la sangre es un elemento vivo que tiene fecha de vencimiento. Por lo tanto, trabajar sobre los hábitos es fundamental para estar tranquilos de que está todo cubierto y de que alguien lo va a hacer por mí. Insistimos siempre que está bueno poder pensar en el cumpleaños como para arrancar el día donando sangre y el mejor regalo que uno puede hacerse a uno mismo y a lo demás es salvar tres o cuatro vidas con una donación de sangre. De esta forma, por lo menos una vez por año, tenés el compromiso de ir”. 

Por otra parte, el médico valoró que “una persona que dona de forma voluntaria es muy probable que vuelva a hacerlo, mientras que el que viene puntualmente por un familiar o un amigo es menor la probabilidad de que vuelva” y agregó: “El Banco de Sangre es un lugar cómodo donde el donante se siente bien por la calidez de la atención, las instalaciones, la temperatura y la música. Muchas personas remarcan estas características y es lo que nos posiciona como un banco modelo en la región y en Entre Ríos”. Y concluyó: “Es muy importante tener en agenda la donación de sangre y que se convierta en un hábito. Tomar conciencia de que al donar se salvan vidas”.

Los requisitos para donar y cómo hacerlo

Los interesados deben concurrir al Banco de Sangre, ubicado en el Pabellón Nº 4 del nuevo edificio del Hospital Centenario, a partir de las 6:30 horas. 

Quienes se acerquen a donar también pueden anotarse en el registro de donantes de médula ósea.

En caso de tener la iniciativa de realizar este acto solidario se debe tener entre 18 y 65 años (hasta 40 para anotarse en el Registro de Donantes CPH), pesar más de 50 kilos, no haber donado en los últimos dos meses los varones y 3 meses las mujeres, gozar de buena salud y no es necesario estar en ayuno para donar, pero sí el evitar el consumo de lácteos antes de realizar la extracción.

Por otro lado, se sugiere a las personas con tatuajes permanentes en la piel y que hayan tenido intervenciones quirúrgicas, que esperen un año para concretar la acción.