DESAFÍOS Y EXPECTATIVAS DE LAS CUATRO COMPARSAS
A menos de 100 días, las comparsas ultiman detalles para presentarse en el Carnaval del País 2025
Mientras Gualeguaychú se prepara para deslumbrar con el Carnaval del País, las cuatro comparsas enfrentan los desafíos económicos del país con creatividad y perseverancia. A pesar de las dificultades, el compromiso de los directores Juane Villagra (Papelitos), Facundo Lucardi (Marí Marí), Leo Rosviar (Kamarr) y Guillermo Carabajal (Ará Yeví) permite que la pasión y la calidad que se viven en cada detalle continúen intactas.
Con los anuncios de temáticas, reinas y pasistas de las comparsas, Gualeguaychú ya comienza a palpitar la pasión carnavalera que dará vida este verano al espectáculo a cielo abierto más grande del país.
Sin embargo, y para que esto sea posible, Papelitos, Marí Marí, Kamarr y Ará Yeví trabajaron intensamente a lo largo de un 2024 en el que debieron adaptarse a la compleja coyuntura económica de la Argentina. Ante esto, el ingenio y compromiso de los cientos de personas que integran cada club ha permitido sortear toda dificultad y las ilusiones continúan intactas.
Para conocer los desafíos y expectativas de las cuatro comparsas de cara a esta próxima edición, Ahora ElDía conversó con sus directores: Juane Villagra (Papelitos), Facundo Lucardi (Marí Marí), Leo Rosviar (Kamarr) y Guillermo Carabajal (Ará Yeví).
“Tenemos las complejidades económicas propias del país. Es una realidad que no nos excede, sobre todo porque los materiales subieron de un año a otro, ya que en muchos casos estaban ligados al dólar oficial. Se encarecieron los materiales importados, como el telgopor y las telas plásticas”, señaló Lucardi, quien manifestó que, aunque el club tiene una proyección económica clara “la situación del país es la misma para todos”.
Y ejemplificó: “Un bloque de telgopor aumentó cuatro veces desde el año pasado y no es que estamos haciendo una carroza cuatro veces más grande. El proyecto en sí tiene esas limitaciones propias que se resuelven con ingenio y con bastante trabajo”.
Por su parte, Rosviar consideró que este año ha sido el más complejo a nivel económico en que le haya tocado estar al frente de una comparsa: “La situación no ayuda para nada. Por decir un número, uno cobra en marzo un premio de un millón de pesos y gasta dos en la comparsa siguiente; obviamente, que se pueden recuperar por un montón de factores, pero siempre está la duda sobre si eso va a suceder”.
Hacerle frente a la crisis
En cuanto a los desafíos particulares que se presentan al interior de las comparsas a la hora de invertir en insumos, Villagra contó: “En Papelitos, una de las cuestiones que más nos preocupa siempre son las plumas, que es el mayor capital que tienen las comparsas y que cada tanto hay que renovar. Tenemos plumas que ya llevan más de diez años y nos pasa que más allá del buen cuidado que les hemos dado, se van deteriorando. Y cuando queremos seguir stockeándonos o creciendo un poquitito más, nos cuesta conseguir nuevas plumas, sobre todo por los precios ya que son importadas. Creo que esa es la mayor dificultad que hemos tenido en cuanto a cantidad y costo”.
En el caso de Ará Yeví, Carabajal explicó que “al no salir un año, hubo un costo de mantenimiento de las herramientas: desde los motores de los chasis de las carrozas hasta ciertas máquinas de coser”. Y agregó: “Volver a poner a punto todo o darse cuenta de aspectos que precisaban alguna mano implicó una inversión extra que no estaba dentro de los planes presupuestarios. Ará Yeví prácticamente tuvo que arrancar de cero en muchos aspectos. En carrozas, por ejemplo, tuvimos que empezar de nuevo, pero también estuvimos reutilizando materiales, como algunas estructuras de hierro, por ejemplo. Estamos invirtiendo mucho en telgopor y en mano de obra. En cuanto a los materiales, soy partidario de comprar lo que se necesita y tratar de buscar precios, ver qué es lo que conviene más. No es algo sencillo, pero ya lo vengo haciendo desde hace mucho tiempo ya que en años anteriores aprendí a tratar de optimizar recursos”. Esto último coincide con la mirada de Rosviar, hoy al frente de Kamarr, quien relató: “Me pasó de ir a buscar telas, ver que algo te sale equis cantidad de plata y capaz que si caminás dos cuadras más, lo conseguís por menos. Se trata de buscar la mejor opción”.
En la recta final
Aunque las cuatro comparsas ya afrontaron la mayor parte de sus gastos, en los meses previos al comienzo del Carnaval del País aún quedan algunas compras pendientes. “El grueso del material o lo que tiene mayor costo por suerte ya lo compramos con tiempo, sobre todo lo que son los insumos para las carrozas. Después, respecto a los vestuarios de la comparsa, como las telas y demás, vamos reutilizando al máximo lo que tenemos y compramos sólo lo que necesitamos”, dijo Villagra, quien mencionó que como compra importante les queda pendiente la pintura para las carrozas.
“Aunque hemos empezado con algunas bases, el mayor costo de pintura viene de acá a uno o dos meses, y es un monto grande que tiene que desembolsar la comparsa. Pero con el resto, venimos bien, ya está casi todo comprado; a lo sumo quedará alguna tela o algunas piedras para decorar”, apuntó.
Por su lado, Lucardi comentó que para Marí Marí “probablemente quede algún gasto más en octubre, como para hacer la última compra importante, tanto en vestuario como en carrozas”.
Sin embargo, no todo pasa por los recursos, sino también por el equipo de trabajo y los tiempos: “Venimos a buen ritmo. Hemos tenido una continuidad a lo largo de estos últimos años que nos hace trabajar más tranquilos. Ya conocemos la dinámica de Papelitos, lo que nos resulta bastante más práctico a la hora de encarar una nueva comparsa”, expresó el director de la comparsa tricampeona del Club Juventud Unida.
Algo similar contó su par del Club Central Entrerriano: “Para mí es fundamental que se haya podido lograr la continuidad de la gran mayoría del equipo de trabajo, porque eso nos permite, de algún modo, asentar lo que se había hecho bien y tratar de seguir superándonos”, aseguró Lucardi. Sin embargo, también admitió que “siempre hay que estar bastante encima de todo para garantizar que los tiempos sean los adecuados y no dejar correr el reloj. El tiempo siempre termina siendo el recurso que más falta en el Carnaval, siempre terminamos ajustados al final”.
En ese sentido, Rosviar señaló que con la comparsa del Centro Sirio Libanés “todavía no hemos llegado al 50%”, pero aclaró que “ahora empezamos a tener un volumen de trabajadores distinto así que todo empieza a salir más rápido”.
Expectativas para el próximo verano
De esta manera, más allá de los obstáculos, los cuatro directores se mostraron con altas expectativas, y con el deseo y compromiso de dar todo lo mejor en esta prometedora edición 2025 del Carnaval del País.
“Mi aspiración obviamente es que la comparsa quede bien posicionada”, dijo Rosviar, mientras que Carabajal, el mentor de la comparsa del Club Tiro Federal, expresó que “no está la presión de ganar, pero sí el deseo. Las ganas siempre están. Disfrutamos en el proceso y cuando se da de esa manera, creo que lo demás viene solo”.
En tanto, Lucardi anunció: “Las expectativas están puestas en sacar una comparsa que para la primera noche esté a la altura de lo que manda la historia de Marí Marí”.
Por último, Villagra concluyó que, en cuanto a lo artístico, “las expectativas son siempre las mismas: salir a hacer una comparsa ganadora y competitiva. Trabajamos muy contentos porque lo que hacemos para este carnaval es una propuesta superadora”.